Las Perlas del Mar de Cortés son casi tan antiguas como la Humanidad misma; formando parte de las joyas de la Aristocracia en todo el mundo, y gran parte de ellas son producidas en Guaymas donde el día de hoy concluyeron su cosecha 2020 en la Granja de Perlas, así lo dio a conocer Guillermo Soberon Chávez.
El gerente de la granja, platicó que el Tec de Monterrey, Campus Guaymas, inició en 1992 el proyecto de investigación “Ostras Perleras”, y que en 1999 se consolidó como una empresa privada, “Perlas del Mar de Cortés S.A. de C.V.”, propiedad de la misma institución para posteriormente en el 2004 vender los activos de PMC a “Cultivadores Mexicanos de Perlas S.C.” (CMP), que en 2015 cierra operaciones y transfiriendo los derechos y activos a “Granja Perlas del Mar de Cortés S.A. de C.V.”, que ha mantenido su equipo técnico-científico desde 1992, mismo equipo que esta formado por los estudiantes que iniciaron este gran proyecto y que en la actualidad forman parte de los socios activos del mismo.
"Nuestras perlas son especiales a nivel mundial por varias características peculiares, es una Gema Mexicana, con una producción anual limitada, las perlas cultivadas más finas y exclusivas del mundo, única granja perlera que cultiva ostras del género Pteria (concha nácar) Actividad benéfica para el medio ambiente, colores únicos, fluorescencia UV distintiva y ser producidas en la única granja de perlas marinas en el Continente Americano ", agregó.
Recalcó que el día de hoy se dio por concluida la cosecha 2020 y que normalmente se obtienen 4 mil perlas al año, y 4 mil perlas Mabe (o medias perlas), pero que este año se obtuvieron 6 mil 580 perlas sin contabilizar las perlas Mabe.
Este es el año más productivo de la granja, resaltó, logrando obtener un récord de cosecha de 8 kilos, dado a que las ostras tienen un tiempo de vida de aproximadamente 4 años y sexualidad de 2, iniciando como machos y cambiando a hembras al cabo de su mediana edad, ese suceso ayudo a los resultados obtenidos de la cosecha.
Agregó que anteriormente el uso de la ostra tipo concha nácar estaba vedado y gracias al uso responsable esta ha aumentado su producción al grado de poder comercializar el producto para consumo alimenticio.
"Es aquí donde nos damos cuenta que cada esfuerzo valió la pena, al ver las maravillas que la naturaleza en conjunto con el hombre puede lograr", concluyó.