Se cumplen 9 años del fallecimiento de ‘El Shaka de Sinaloa’, Sergio Vega, y a la fecha todos sus fans y familiares lo siguen recordando con mucho cariño.
El famoso sonorense nació en Ciudad Obregón y murió en una carretera a las afueras de Sinaloa, pero mucho se ha especulado acerca de su inesperada ejecución.
El 26 de junio de 2010, un grupo armado de sicarios dispararon en más de 30 ocasiones contra el auto en el que viajaba ‘El Shaka’ por la carretera México 15, muy cerca de la caseta de cobro de San Miguel, en los Mochis, Sinaloa, mientras se dirigía rumbo a una presentación en concierto que tendría esa noche.
Trascendió que el grupo de asesinos le dijo que se detuviera, pero al negarse a hacerlo, la persecución comenzó, dándole alcance justo antes de la caseta. Tan solo horas antes del terrible atentado, ‘El Shaka’ declaró que a raíz de la ola de violencia que azotaba el país su equipo había reforzado la seguridad.
‘Yo que navego temas muy fuertes, muchos corridos, tengo mi temorcito y hay que encomendarse a Dios’, dijo Sergio Vega ‘El Shaka de Sinaloa’ antes de morir.
Lo más ‘tenebroso’ y que quedó para la posteridad es el hecho de que el último mensaje de su cuenta de Twitter escribió: ‘Ya está, plebes, que Dios me los bendiga, gracias por apoyar mi música’.
El Shaka fue un cantante de música regional mexicana, especializado en los estilos de Banda y Norteño.
Sergio Vega nació un 12 de septiembre de 1969, al pie de la Sierra en el ejido de Hornos, situado en el centro del estado de Sonora y a unos 20 minutos de Ciudad Obregón, ocupando el octavo lugar en una familia de trece hermanos. Su interés por la música fue desde muy pequeño, ya que tocaba batería con cacharros viejos; sus primeros pininos los hizo en bares de la ciudad de Phoenix, Arizona, al lado de sus hermanos y ya en forma profesional se inició en 1989 con el grupo de los Hermanos Vega, con el cual realizó varias grabaciones y tuvo éxitos como “Corazón de Oropel”, “El Rayo de Sinaloa”, y muchos más bajo el sello Joey Records.
Desde 2007, siete músicos populares mexicanos han muerto a manos de sicarios del crimen organizado. El género que manejaba el cantante, con referencias al amor, al peligro y al tráfico de drogas, es conocido como narcocorrido.
