Para mantener el equilibrio en el ecosistema que habita en la llamada ‘Novia de Cajeme’, organismos académicos y de pesca se reunieron para analizar los mecanismos que permitan erradicar al pez ‘diablo’, que está provocando que otras especies se extingan y decidieron secar la Laguna del Náinari en febrero en una primera etapa, dio a conocer el director de la Promotora Inmobiliaria de Cajeme, Omar García López.
Manifestó que los monitoreos que han realizado muestran que el pez ‘diablo’ es difícil de sacar por completo de la laguna con métodos como el uso del chinchorro o a través de trampas porque se desplaza al ras de suelo, además que deposita sus huevecillos con mucha profundidad, ya ‘que tenemos muchas estructuras y meter los chinchorros, pero se nos va a quedar este pez y aún cuando lográramos sacarlo, los huevecillos se van a reproducir y va a continuar el problema’, aseveró Omar García.
Por su parte, José Alfredo Baena, biólogo de Pesca y Acuacultura aclaró que el tamaño más grande del pez ‘diablo’ es de 45 centímetros y está ocupando cada vez más espacio en el hábitat mientras que las otras especies que habitan la laguna- tilapia, bagre, mojarra chica ‘orejona’- son más pequeñas; además, algo que llamó la atención es que no hay carpa y ‘fue una de las alertas que tuvimos, bajó la población de esta especie y hay tilapias de 15 centímetros, lo cual habla de un desequilibrio, pero la estrategia es que se van a llevar a un centro reproductor para que una vez que ya esté el sistema acuático podamos poner nuevamente esos peces y poder inyectarlo en los próximos meses´, expresó el experto en pesca.
En ese sentido, Marco Linné Arzueta Bustamante, director general del Instituto de Acuacultura de Sonora aclaró que además del pez ‘diablo’, encontraron que hay otra especie llamada Pancasio o pez basa, que ‘El Pangasius es originario de Vietnam, mientras que el pez Diablo proviene del Amazonas y fueron traídos al país por la acuarofilia, es decir para ser exhibidos en acuarios o en peceras domésticas, pero es necesario destacar que ninguna de las dos especies representa riesgo para el ser humano, sino que se trata de una alerta estrictamente ambiental, pues al ser invasoras desplazan a otras especies más apreciadas en la región”.
Precisó el director de la Promotora Inmobiliaria que después del secado de la laguna, trabajarán las máquinas para remover la tierra y dejarán un mes para que seque completamente, tiempo durante el cual van a aprovechar para continuar con los trabajos de reparación programados para este paseo turístico de Cajeme, hasta que llegue el momento adecuado que indiquen los expertos cuando deba volver a llenarse la Laguna del Náinari, comentó Omar Javier García.
En la reunión estuvieron presentes además Luis Humberto Álvarez Valencia, Catedrático del ITSON; Enrique Aboyte, representante de los pescadores de la presa del Oviáchic; Daniel Duarte Aguilera, Director de Desarrollo Rural; Jorge Antonio Sánchez, Subdirector de Pesca y Acuacultura; Alba Rocío Ochoa Meza, Catedrática del ITVY; Héctor González Moreno, Jurídico de la Promotora Inmobiliaria y José Cibrián Osuna, Gerente del Club de Pesca el Anzuelo.